- Sus bigotes le ayudan a ver en la oscuridad. No se trata de visión nocturna, claro está. Pero es cierto que gracias a sus bigotes pueden detectar cambios sutiles en las corrientes de aire, lo que les da información sobre el tamaño, la forma y la velocidad de las cosas cercanas. Así, pueden percibir mejor la proximidad de algún peligro, aunque sea de noche.
- Detecta tus sentimientos. Según diversos estudios, los perros pueden detectar cambios sutiles en nuestro olor, lo que les ayuda a comprender cómo nos sentimos (por ejemplo, si sudas, puede interpretar que estás nervioso o inquieto). También aseguran que las perras son capaces de detectar si un miembro de la familia está embarazada.
- Su sentido del olfato es de 1.000 a 10 millones de veces mejor que el nuestro. Dependiendo de la raza, los perros tiene entre 125 y 300 millones de glándulas olfativas, en comparación con sólo 5 millones para los humanos. Y la parte del cerebro del perro que controla el olor es 40 veces más grande que la nuestra.
- Pueden oír 4 veces más que los humanos. Los perros tienen bastante desarrollado el sentido del oído, y esto tiene que ver con las frecuencias de los sonidos y de cómo el cerebro de ellos responde. Son capaces de escuchar sonidos tan ‘bajos’ que nosotros somos incapaces de detectar.